En la actualidad el VIH ya no es una enfermedad mortal sino crónica, es por ello que cuando una persona es diagnosticada como portadora del virus VIH o que tiene SIDA, su salud física pasa a ser su principal objeto de atención, pero no debemos olvidar algo: nuestra salud no sólo es algo físico, sino que también afecta a otras áreas de nuestra vida.
Las emociones, nuestros sentimientos, y cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos,... todo esto también forma parte de nuestra salud.
Por ello, si consideras que estás teniendo problemas, dificultades para aceptar esta nueva situación, o que nunca llegaste a aceptarla, y sientes que puedes estar viéndote afectado en aspectos psicológicos, o sociales y emocionales, puedes contactar conmigo.
Todas éstas, son razones para acudir a un profesional.